Desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) han recordado estos días que no se debe generalizar la evitación de vacuna de la COVID-19 a todas aquellas personas que han tenido reacciones graves con medicamentos o alimentos.
Y es que son muchas las personas alérgicas que se están preguntando si deben o no vacunarse de la COVID-19 después de que la Agencia reguladora de medicamentos y productos sanitarios de Reino Unido haya aconsejado no poner la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer a aquellos que tienen antecedentes de reacciones graves a fármacos y/o alimentos.
Desde la SEIAC española piden no generalizar la evitación de la administración de la vacuna a todos aquellos que hayan tenido reacciones graves a fármacos y/o alimentos y destaca que: “La vacuna de la COVID-19 de Pfizer tiene, en principio, las mismas contraindicaciones en los alérgicos que cualquier otra. Es decir, no se recomienda en personas que han sufrido reacciones alérgicas previas a sus componentes”.
Así, en una entrevista con Europa Press, la doctora Nancy Ortega, presidenta del Comité de Alergia a Medicamentos de la SEAIC subraya que, en el caso de la vacuna de la COVID-19, las únicas personas con alergia que no deben ponérsela son aquellos con alergia al polietilenglicol (PGE), un excipiente de muchos fármacos que puede producir reacciones alérgicas.
“Las personas que son alérgicas al PGE lo saben porque se trata de una sustancia que está súper presente en nuestra vida diaria y ya cuentan con un estudio y diagnóstico sobre esa alergia por parte de su alergólogo. La reacción alérgica que más se produce por esta sustancia es la dermatitis de contacto. Se encuentra en los geles de baño, en las colonias, o en el champú, por ejemplo, aparte de estar presente en algunos medicamentos, como laxantes, antibióticos, analgésicos, antiagregantes, corticoides y antihipertensivos”, según resalta.
Mientras, desde el Hospital La Salud de Valencia inciden en que como principio activo, la mayor parte de las vacunas a nivel general están formadas por virus atenuados o fragmentos proteicos, y otras como la del coronavirus de Pfizer o Moderna, por ARN del virus vehiculada en nanopartículas lipídicas de polietilenglicol (PGE).
“Como excipientes, algunas, como por ejemplo la triple vírica o la de la gripe, pueden contener trazas de proteínas de huevo y algunos antibióticos. En el caso concreto de la vacuna del COVID, contiene PGE, y no contiene sin embargo trazas de huevo, ni antibióticos”, subraya.
A la vez, remarca que “presentar una alergia a la penicilina, a analgésicos, o a pólenes o alimentos vegetales o seguir un tratamiento con corticoides tópicos o inhalados, por ejemplo, no tiene por qué contraindicar la administración de una vacuna”. Sí reconoce que están descritas reacciones alérgicas anafilácticas al PGE, y reactividad cruzada a Tween80 o polisorbato 80 y otros polisorbatos, pero dentro de lo poco frecuente que es la presentación de alergia a esta sustancia.
Por eso, la doctora Ortega anima a las personas a vacunarse y recuerda que tras la inoculación de la vacuna de la COVID-19 (en realidad de cualquier vacuna), lo que se suele recomendar es que las personas permanezcan al menos una media hora en el centro de salud, por si les produjera una reacción alérgica, que no es lo habitual.
Por: SinEmbargo.com