Un estudio realizado por Investigadores de Cambridge y Warwick, en el Reino Unido, ha arrojado resultados positivos sobre cómo adoptar el hábito de lectura y la relación con el desarrollo cognitivo para los niños.
Sus conclusiones pueden servir de inspiración para fomentar el amor por la lectura en los más pequeños desde una edad temprana.
Los niños que empiezan a leer desde temprana edad por placer no sólo sobresalen en pruebas cognitivas durante la adolescencia, sino que también presentan una mejor salud mental.
Partiendo de la base de que todos los niños imitan el comportamiento de sus progenitores, si los padres son aficionados a la lectura, a los pequeños les terminará picando el gusanillo del libro y una buena manera de iniciar a los niños en la lectura es a través de los cuentos.
El hábito de la lectura genera en los niños innumerables beneficios. La gran dificultad a la hora de motivar al niño en la lectura reside en la falta de conocimiento que tienen muchos padres, a la hora de situar a su hijo en este camino sin saber las innumerables bondades que obtendrán.
Se examinaron entrevistas, exámenes cognitivos, evaluaciones mentales y conductuales. Incluso, escáneres cerebrales para comprender la relación entre la lectura y el desarrollo del cerebro.Los niños que empezaron a leer antes de cumplir los nueve años se compararon con los que iniciaron más tarde o nunca empezaron a leer por placer.
Su bienestar mental también era impresionante, con menos indicadores de estrés, depresión y problemas de comportamiento como el incumplimiento de normas o la agresividad. Además, eran menos propensos a estar pegados a las pantallas y tenían mejores patrones de sueño.
Crear el hábito de lectura a los niños también depende de nosotros como parte implicada en la educación de nuestros hijos, sobrinos o nietos. Así que hay que ponernos manos a la obra y sacar un poquito de tiempo para acompañarlos en ese magnífico viaje como es la lectura.
Hablar sobre libros y asociarlos a cada momento o situación, desarrollar espacios de lectura en casa y marcarse unas rutinas diarias, dedicar tiempo a los niños. A su vez, conocer sus gustos, comprender la lectura como un juego, pedir consejo, descubrir los libros adecuados para su edad.
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