La cotización del dólar norteamericano frente al peso dominicano ha sido relativamente estable durante los últimos 15 años, con excepción de algunos ciclos y de lo ocurrido en los últimos 24 meses, cuando la devaluación entró en un espiral creciente que generó preocupación en sectores públicos y privados.
Desde el año 2008 al 2018 la depreciación del peso frente al dólar promedió un -3.2% anual. Sin embargo, en 2019 se colocó en -5.1% y para el 2020 se disparó en -9.2%, según informes del Banco Central.
Pero hubo momentos en que la tasa de cambio, que actualmente ronda los RD$58.50 por US$1.00 para la venta en el sector financiero, llegó a cotizarse sobre los RD$60.00.
La pérdida de valor de casi 15 puntos porcentuales del peso frente al dólar en dos años tiene varias explicaciones. Las propias autoridades monetarias admiten que incidió una combinación de factores como un aumento de la demanda de divisas de parte de agentes económicos junto con una reducción en la generación por la baja del turismo y la inversión extranjera directa en 2019, además de un estancamiento en las exportaciones.
A eso se sumó la incertidumbre política por los enfrentamientos internos del entonces partido en el Gobierno durante un año preelectoral y, posteriormente, la coincidencia en tiempo de las elecciones municipales, presidenciales y congresuales en medio de una parálisis económica para enfrentar la pandemia del covid-19.
Las autoridades monetarias actuaron. El Banco Central intervino varias veces el mercado, a los fines de garantizar suficientes divisas para satisfacer la demanda al tiempo que permitió un deslizamiento moderado.
A partir del segundo semestre de 2020, el dólar se estabilizó en alza e, incluso, el peso ha tenido una ligera apreciación hasta su cotización actual.
Pero, ¿por qué el Banco Central logró estabilizar la tasa de cambio en el umbral de los RD$58.50 y no en RD$54.00 o RD$55.00 por US$1.00?
Algunos analistas consideran que posiblemente las autoridades monetarias aprovecharon el momento para dejar que el dólar se deslizara un poco más hasta alcanzar niveles que garanticen cierta competitividad a sectores generadores de divisas que como el turismo se han visto severamente afectados por la pandemia del covid-19.
El dólar está estable frente al peso, pero a un nivel lo suficientemente alto como para dar competitividad a los generadores de divisas que pueden reducir costos internos en moneda local con la misma cantidad o menos divisas generadas por sus actividades productivas.
Pero ese beneficio competitivo para algunos sectores se traduce, a la vez, en una limitación para los consumidores finales, que ven en la devaluación un ingrediente inflacionario inevitable, es decir, aumento de precios de los bienes y servicios que tienen la influencia del dólar en sus componentes de costos.
Lo anterior se ha reflejado en el reciente informe del Banco Central sobre la inflación a enero de este año, la cual marca en forma anualizada un 6.2%, muy por encima de la meta monetaria anual de 4% +/- 1%.
El impacto del dólar en el poder adquisitivo de la gente se puede observar en los precios de mercados como el inmobiliario o de vehículos, donde los valores son dolarizados.
Hace casi dos años, en marzo de 2019, si usted iba a comprar un apartamento valorado en US$200,000 tenía que disponer de RD$10.1 millones, pues la tasa estaba en alrededor de RD$50.50 por US$1.00.
Sin embargo, con la tasa actual de RD$58.50, ese inmueble, con el mismo precio de US$200,000, le costaría RD$11.7 millones, es decir, RD$1.7 millones más solo por la depreciación. Eso es un 15.8%, el nivel de depreciación de los últimos dos años.
A mediados de febrero, los directivos de la Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD) visitaron al gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, para recibir un informe sobre el comportamiento de la economía y las perspectivas de este año.
Valdez Albizu ofreció seguridad sobre la estabilidad de la tasa de cambio en los niveles actuales, debido a que la institución monetaria cuenta con niveles de reservas internacionales que superan los US$12,000 millones y está en la disposición de intervenir el mercado cuantas veces sea necesario para evitar sobresaltos en el tipo de cambio.
Las autoridades monetarias están preocupadas por los indicadores inflacionarios, debido a que se han registrado incrementos de precios en los “commodities” que sirven de materia prima a muchos productos y eso implica ajustes de precios en el mercado local.
De su lado, Celso Juan Marranzini, presidente de la AIRD, mostró satisfacción por el apoyo de las autoridades monetarias a los sectores productivos, lo que se ha reflejado en el comportamiento de la economía, “en la resiliencia de todos los sectores, en la estabilidad cambiaria y en desempeño de la banca”.
En el ámbito internacional el dólar viene perdiendo valor desde inicios de 2018, algo que no incidió en el mercado local, ya que aumentó su valor frente al peso durante ese año, el 2019 y parte de 2020. Es desde junio del año pasado que el peso se ha estabilizado en un valor casi fijo que ronda los RD$58.50 por dólar en los bancos.
Fuente: El Dinero