El banco central chino cumplió este martes con los pronósticos de analistas e inversores al anunciar una rebaja de sus tipos de interés de referencia para tratar de estimular la economía nacional, que da signos de ralentización en su proceso de recuperación tras la pandemia.
En un comunicado publicado en su página web, el Banco Popular de China (BPC) indicó que rebajará del 3,65 % al 3,55 %, la tasa referencial para créditos (LPR, por sus siglas en inglés) a un año, cuya última variación databa del pasado agosto, cuando la institución la recortó desde el 3,7 %.
Este indicador, establecido como referencia para los tipos de interés en 2019, sirve para fijar el precio de los nuevos créditos -generalmente para empresas- y de los de interés variable que están pendientes de devolución.
Su cálculo se lleva a cabo a partir de las contribuciones a los precios de una serie de bancos -incluyendo pequeños prestamistas que tienden a tener mayores costes de financiación y mayor exposición a créditos morosos-, y tiene por objetivo rebajar los costes del endeudamiento y apoyar a la “economía real”.
“Pese a que la rebaja no marcará una gran diferencia por sí misma, la seguirán otras políticas de flexibilización”, vaticinaron expertos de la consultora británica Capital Economics. El recorte “abaratará el costo de los préstamos”, lo cual “proporcionará un apoyo modesto a la actividad económica”, explicó el experto de la citada firma Julian Evans-Pritchard, que sin embargo advirtió de que la rebaja “es improbable que impulse una fuerte aceleración en el crecimiento del crédito, dada su reducida demanda”.
A corto plazo, la forma más efectiva que tienen las autoridades de estimular la demanda es “ordenar a las entidades estatales que gasten más”, aseveraron los analistas de Capital Economics.
En los últimos meses, las autoridades en Pekín han visto cómo la recuperación económica tras la retirada de la política de “cero covid” en enero ha perdido cierto ímpetu y han citado problemas como “la debilidad de la demanda interna y externa, los problemas de suministro y el alto costo de las materias primas”.
Fuente: Deutsche Welle