El Ministerio Exteriores de China anunció este lunes que, a partir del miércoles 30 de agosto, los viajeros que ingresen al país ya no tendrán que presentar pruebas de ácido nucleico o antígenos para demostrar que no están contagiados de COVID-19. El anuncio fue realizado por el portavoz de la cancillería, Wang Wenbin, en una conferencia de prensa regular.
Con este anuncio se desmantela uno de los últimos vestigios de las políticas antipandémicas del gigante asiático para volver gradualmente a una situación semejante a la de 2019, aunque se trataba de una medida de poco calado en las llegadas de los aeropuertos, donde pocas veces se requería presentar los resultados.
China había eliminado en enero la exigencia de cuarentena para sus ciudadanos que llegaban desde el extranjero, y en los últimos meses ha ido aumentando de forma gradual la lista de países a los que los chinos pueden viajar, así como incrementando el número de vuelos internacionales. El pasado 29 de abril, Pekín eliminó el requisito de PCR que todavía mantenía para viajeros procedentes de algunos países.
Protestas y fin de medidas
China aplicó durante casi tres años una estricta política de “cero covid” que implicaba un cierre casi total de sus fronteras: se dejaron de expedir varios tipos de visados y solo los ciudadanos chinos y un número reducido de extranjeros podían entrar al país, tras lo cual les esperaba un mínimo de 14 días de cuarentena en un hotel asignado por las autoridades y costeado por el viajero.
En noviembre de 2022, varias protestas en diversas ciudades del país, incluidas Pekín, Shanghái y Nanjing, supusieron un desafío pocas veces visto al Partido Comunista chino, y demostró el hartazgo de la población ante las draconianas medidas contra la pandemia, lo que llevó al gobierno a relajar las restricciones.
A raíz de la oleada de contagios registrada en China tras la relajación de las restricciones, que llevaron al colapso a hospitales y morgues, algunos países implementaron en enero requerimientos de pruebas PCR a viajeros procedentes de China, para después retirarlos a medida que el número de contagios remitió en el país asiático.
Fuente: Deutsche Welle