El país|Reportajes
Publicado el mayo 7, 2021 | 12:10 pm

Mayor Alejandro Girón narró como operaba el entramado de corrupción a la cabeza de Adán Cáceres Silvestre

El caso Operación Coral dio un giro de trescientos sesenta grados con las declaraciones del mayor Raúl Alejandro Girón Jiménez, quien reveló todos los detalles de cómo operaba el entramado dirigido por el mayor general Adán Cáceres y el coronel Rafael Núñez de Aza.

Girón Jiménez explicó con lujos de detalles ante el tribunal el modo que se utilizaba para distraer el dinero del Cestur y en el Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial (CUSEP), asegurando de Rafael Núñez de Aza era el cerebro financiero.

Explicó que él era el encargado de recoger el dinero de las instituciones y le entregaba a Núñez de Aza, montos millonarios, en reuniones nocturnas.

Las reuniones para la entrega de los dineros se hacían de noche en el “centro de mando” que era la casa de Rafael Núñez de Aza en el residencial Colinas del Oeste. La noche servía para evitar que identificaran a los que recogían dinero para entregárselo.

Girón Jiménez explicó que en los allanamientos que realizó el Ministerio Público le ocuparon el celular que contiene las conversaciones de las órdenes recibidas por él de Núñez de Aza.

Este alto oficial, supuestamente, le ordenó a Girón Jiménez que borrara las nóminas de Cestur para limpiar evidencias, pero en vez de eso las guardó en su disco duro personal, que está en poder del Ministerio Público.

Dijo que aceptó colaborar con el Ministerio Público porque ha decidido reincorporarse a la sociedad.

“Yo decidí reincorporarme a la sociedad. En vez de estar a mi mano derecha como los demás coimputados, en vez de tener mis abogados pagados y millones de pesos garantizados. Estoy de acuerdo con los planteamientos del Ministerio Público porque es la verdad, ya no voy a mentir más”, dijo Girón.

Narró que con el cambio de gobierno hubo mucho nerviosismo por lo que recibió las órdenes del coronel Núñez de Aza de que borrara inmediatamente todas las nóminas y las conversaciones de WhatsApp para que no queda ningún rastro de la mafia que operaba.

Según el mayor Girón para mantener el entramado todos los directores de CESTUR fueron comprados por el coronel Rafael Núnez de Aza. Reveló que cuando había un cambio de dirección al nuevo, lo esperaban con unos milloncitos en el despacho, agregó que en algunos casos se le llegó a entregar hasta 10 millones de pesos.

Pero también lo enviaba a una concesionaria de vehículos ubicada en la avenida Núñez de Cáceres, donde le decía que eligiera en vehículo de lujo que quisiera para que al salir de la institución no levantar sospecha y se dijera que entró con un carro viejo y se iba con uno de lujo.

El mayor Raúl Alejandro Girón estuvo declarando hasta después de la media noche y la continuación de la medida de coerción fue recesada para ser continuada este viernes a la una de la tarde.