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Publicado el febrero 25, 2022 | 2:58 pm

Marileidy Paulino: Señor presidente Luis Abinader ¡Ya no aguanto más!

La doble medallista Olímpica dominicana Mirileidy Paulino, utilizó sus redes sociales para desahogarse y pedir la intervención del presidente de la República Luis Abinader, para que su entrenador obtenga la residencia dominicana, un sueldo justo y un lugar digno donde vivir.

Él tiene una familia que mantener, así como todos nosotros la tenemos, nadie sabe si su familia come o no, él tiene sentimientos, para que hoy 24/02/2022 no tenga residencia, no tenga un lugar digno de donde quedarse, donde su salario no sea recompensado. Escribió Paulino en sus redes sociales.

Explicó que tras ganar las medallas en los Juegos Olímpicos de Tokyo pensó que las cosas cambiarían para su entrenador, pero luego de pasar más de un año de la Justa Olímpica todo ha seguido igual.

En un segund´o mensaje la nativa de Don Gregorio hizo el llamado directos al mandatario. Señor Presidente @luisabinader, públicamente le solicito su pronta intervención en esta situación. ¡Ya no aguanto más!

A continuación, el mensaje de Mariledy Paulino publicado en su Instagram

No me gusta mezclar las cosas personales con las redes, pero siento un dolor tan grande de que todo se vea bien en las redes, cuando la realidad es otra, aún con resultados.

Recuerdo cuando llegue al deporte y quizás muchos no sepan como llegué, pero si muchos saben cómo gane la medalla olímpica, mi imaginación era que después de ese resultado todo iba a cambiar para mi entrenador, una persona que cada día lo da todo para los atletas de este país, incluso siendo extranjero no lo da para su país. Dios, él y yo sabemos todo lo que pasamos antes de Tokyo, nadie sabes esas cosas, y hoy en día no puedo creer o aceptar en mi corazón que él no tenga prácticamente nada, a pesar de obtener ese resultado.

Él tiene una familia que mantener, así como todos nosotros la tenemos, nadie sabe si su familia come o no, él tiene sentimientos, para que hoy 24/02/2022 no tenga residencia, no tenga un lugar digno de donde quedarse, donde su salario no sea recompensado.

Hoy digo esto con dolor en mi corazón y en el de él, pero ya no aguanto más, hasta las lágrimas se me salen al ver y sentir esta situación. No sé qué consecuencias pueda tener al decir esto, pero es lo que me duele y la verdad y no me puedo quedar callada.