Económicas|El Mundo
Publicado el marzo 12, 2022 | 1:13 am

La UE duplica el fondo para enviar armas a Ucrania

La Unión Europea anunció el viernes en Versalles que redoblará los esfuerzos para ayudar a Ucrania ante la invasión rusa, pero también marcó límites claros a su implicación en la guerra de Vladímir Putin. 

El fondo para financiar el envío de material bélico al Gobierno de Kiev se multiplicará por dos, hasta alcanzar los 1.000 millones de euros, y los socios guardan nuevas rondas de sanciones masivas en la recámara si Putin persiste en su agresión. 

Al mismo tiempo, el anfitrión de la cumbre, el presidente francés Emmanuel Macron, admitió la impotencia europea a la hora de frenar al dirigente ruso e indicó que la ayuda a Ucrania no significa que la UE esté en guerra contra Rusia.

“No tenemos respuesta en el teatro de guerra, porque no estamos en guerra”, dijo Macron en la rueda de prensa final de un Consejo Europeo de dos días que ha servido para definir una agenda de rearme militar, industrial y energético de los europeos cuando la guerra regresa a Europa por primera vez en décadas y Rusia representa de nuevo una amenaza para Occidente.

La rueda de prensa –junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel– se desarrolló en la Sala de Batallas de Versalles, donde están reproducidas en cuadros las grandes batallas de la historia de Francia. En el esplendor y la pompa de Versalles, después de dos días de discusiones mientras las bombas rusas caían sobre ciudades y hospitales en Ucrania, la UE perfiló una especie de teoría de la guerra.

Armamento sí. Sanciones, también, y en este aspecto para la UE “no hay límites, no hay tabúes”, según el presidente francés. Pero nada más: la línea oficial es que la UE no está en guerra con Rusia ni con los rusos y, como la OTAN, se cuida mucho de dar cualquier paso que Putin pueda interpretar como una agresión directa que desencadenaría un conflicto mayor.

Preguntado por si le preocupaba que Putin atacase con armas químicas o nucleares, el canciller alemán, Olaf Scholz, respondió: “Quien observa esta guerra debe preocuparse”. La respuesta adecuada, según Scholz, es la “unidad” y la “razón”. “Es lo que hacemos”, añadió. “Evitamos en conflicto entre Rusia y los Estados de la OTAN”.

“Incrementaremos en otros 500 millones nuestra contribución al apoyo militar a Ucrania”, señaló el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, este viernes. Ese aumento de la partida eleva a 1.000 millones el dinero disponible en el fondo.

Hace casi dos semanas, los líderes europeos ya pactaron la creación de ese instrumento con el fin de que financiara el envío de material bélico a Ucrania. Fue una decisión histórica, no tanto por la cantidad, 500 millones, sino porque la UE daba así un paso al que se había resistido hasta ahora. 

Con un nombre de tintes orwellianos por el objetivo del instrumento, el Peace Facility contaba en principio con dos líneas de financiación: 450 millones para armas y 50 millones para material bélico no letal. Ese dinero se consumió en poco tiempo.

El aumento del fondo para financiar el envío de armas a Ucrania fue una propuesta de Borrell a los jefes de Estado y de Gobierno en la cena del jueves por la noche que acabó pasadas las dos de la mañana del viernes. No hubo ninguna discrepancia.

Con esta decisión, la UE refuerza la resistencia de Ucrania frente a la invasión rusa. Sin embargo, la cantidad queda muy lejos de la que ha destinado Estados Unidos, cuyo Senado aprobó el jueves 13.600 millones de dólares (12.300 millones de euros) al país invadido. 

De esta cantidad, unos 6.700 millones de dólares (algo más de 6.000 millones de euros) se dedican a responder a la gran crisis de refugiados que ha desencadenado el conflicto —ya hay 2,2 millones de desplazados—, y a ayudas económicas al país atacado, y alrededor de 6.500 millones (unos 5.900 millones de euros) para el apoyo militar proveniente del Pentágono.

Junto al refuerzo de armas, la UE ya está preparando un nuevo paquete de sanciones para castigar a la economía rusa, al presidente del país, Vladímir Putin, y a su círculo próximo, especialmente los oligarcas rusos. 

Este colectivo de millonarios crecidos al abrigo de las privatizaciones de las antiguas empresas soviéticas, concesiones del Kremlin, y a su cercanía a Putin ha sido uno de los blancos más llamativos de las sanciones occidentales. 

Por ahora, se han confiscado grandes yates y otro tipo de activos, como los que divulgó el jueves el Gobierno del Reino Unido, que anunció haber congelado unos 18.000 millones a siete de estos oligarcas, entre ellos el dueño del Chelsea, Roman Abramóvich.

La cumbre celebrada en Bruselas ha puesto deberes a la Comisión Europea para que refuerce sus planes para afianzar la “soberanía europea”. Esta se construye en varias direcciones. 

Una es la energía, otra es la defensa. En esta última, el Consejo Europeo ha reclamado al equipo de Von der Leyen que estudie las necesidades de capacidades defensivas que tiene la UE. 

Esa tarea deberá estar culminada en un par de meses, ya que los planes de la presidencia francesa del Consejo pasan por celebrar otra cumbre de líderes centrada exclusivamente en ese asunto antes de la cumbre de la OTAN que se celebra en junio en Madrid.

Fuente: El País