Una pequeña baya púrpura, que crece en las palmeras de la región amazónica de Brasil, es un remedio universal para prevenir y tratar muchas enfermedades comunes, reponer energía y retrasar el envejecimiento. No es de extrañar que los nutricionistas griten a una sola voz la necesidad de incluir este producto en la dieta diaria.
Se trata de la baya de azaí, conocida como la ‘perla amazónica’, que contiene más antioxidantes y sustancias bioactivas beneficiosas que cualquier otra fruta comestible del planeta. El consumo regular de este alimento puede aumentar considerablemente las defensas del organismo, reforzar la memoria y mejorar la salud y el aspecto general.
Sin embargo, no fue hasta 2004, durante una expedición a la selva amazónica, cuando los científicos descubrieron las propiedades beneficiosas del azaí. Los expertos se dieron cuenta entonces de que los habitantes de la zona que pasan mucho tiempo al sol sin ropa no padecen enfermedades cutáneas, tienen un aspecto muy joven y conservan la vitalidad y la energía hasta una edad avanzada. En unos pocos años, la baya se convirtió en la delicia favorita de Gwyneth Paltrow, Meghan Markle y Kim Kardashian.
Esta fruta es rica en ácidos grasos monoinsaturados y fibra, que pueden actuar estimulando el metabolismo, favorecer la saciedad y mejorar la función intestinal. Además, las antocianinas presentes en el azaí pueden tener efectos antioxidantes y antiinflamatorios y pueden ser beneficiosas para las personas con sobrepeso.
Los antioxidantes pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo que daña las células y contribuye al proceso de envejecimiento. Además, los estudios demuestran que el azaí puede ayudar a mejorar los niveles de azúcar en sangre, presión arterial e insulina, lo que puede beneficiar la salud del corazón y reducir el riesgo de cardiopatías.
Aunque ningún alimento es un escudo mágico contra el cáncer, se sabe que algunos evitan la formación y propagación de las células cancerosas. Las investigaciones han demostrado que las bayas de azaí tienen un efecto anticancerígeno y podrían desempeñar un papel en el futuro.
Debido a la creciente resistencia a los antimicrobianos, la industria farmacéutica busca constantemente nuevas alternativas para combatir los patógenos pertinentes. Los científicos han comprobado que los extractos acuosos-alcohólicos derivados de la pulpa, las hojas y las semillas secas del azaí han demostrado una importante actividad antimicrobiana. Para mejorar la salud en general, las bayas se utilizan en forma de complementos alimenticios o en polvo.
Además, los ácidos omega del azaí contribuyen a la salud del corazón, el cerebro, la piel y el cabello, ya que su perfil de ácidos grasos es similar al del aceite de oliva. El fruto de la famosa palmera retrasa los cambios de la edad, el marchitamiento de la piel del rostro, le da un aspecto sedoso y saludable, mejora la funcionalidad de todo el organismo y es una fuente natural inagotable de energía.
El ‘superalimento’ es capaz de aumentar los niveles de energía y mejorar la resistencia física. Hace frente a la fatiga crónica, al agotamiento emocional y la debilidad en el fondo de la hipotensión. Se utiliza para elaborar bebidas energéticas, helados y postres diversos. También, en los últimos años, han ido ganando popularidad los boles de azaí, un desayuno muy apreciado por quienes siguen una dieta sana y equilibrada.
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