Las autoridades italianas acusaron este viernes a Airbnb, la empresa estadounidense de reservas de alojamiento a corto plazo, de no abonar aproximadamente 500 millones de euros (547 millones de dólares) en impuestos.
La Agencia de Ingresos de Italia (Agenzia delle Entrate) abrió una investigación a la firma basándose en una ley del país que obliga a las plataformas web a actuar como agentes de retención y quedarse con el 21% sobre las rentas cobradas por los anfitriones no profesionales, es decir, aquellos que el alquiler del alojamiento no representa la principal fuente de ingresos, para ser posteriormente abonadas al Estado, recogen medios locales.
Se trata de la cifra más alta jamás exigida a una empresa de Internet por la agencia italiana tras los 870 millones de euros (953 millones de dólares) solicitados a principios de año al grupo Meta (calificado en Rusia como organización extremista y prohibido en su territorio).
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