El Mundo
Publicado el julio 9, 2021 | 10:14 pm

Engaño a exmilitares colombianos, una de las hipótesis por caso Haití

Fuentes consultadas por diario EL TIEMPO de Colombia, aseguraron que son varias las hipótesis que se están tejiendo sobre la presencia de un grupo de exmilitares colombianos en Puerto Príncipe, a quienes las autoridades de ese país señalan del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse.

De acuerdo con las fuentes, los 15 exmilitares capturados y los dos muertos contaban con cursos de lancero, tirador de alta precisión, fuerzas especiales, inteligencia, y demás especialidades, por lo que se les puede considerar “armas letales”. Y de allí surge una pregunta: ¿por qué no abandonaron la ciudad tras el asesinato? 

Según las fuentes, fueron tres militares en retiro –del mismo grupo que cayó en Haití– los que hace dos meses empezaron a llamar y ofrecer a otros exuniformados una oportunidad laboral.

“El objetivo era prestar seguridad a varios dignatarios en la isla, por la tensa situación de orden público y político que se registra, en un periodo de prueba de tres meses, con un pago mensual de 2.700 dólares, si pasaban la prueba entrarían con un contrato por cinco años”, le aseguraron a este diario.

Uno de los encargados de ofrecer la opción laboral era Duberney Capador Giraldo, quien fue muerto en Haití por la Policía. De hecho, de acuerdo con la fuente, Capador logró reclutar un primer grupo de 20 hombres, aunque la idea inicial era de 40.

“En teoría, serían 100 militares en retiro, en buen estado físico, esbeltos y con los cursos de Comando en todas las áreas los que se deberían incorporar a la supuesta fuerza de seguridad este año”, resaltó la fuente. 

Y detalló que el grupo viajó en tres tandas, y que se reunieron hace dos semanas en Puerto Príncipe: “Allí fueron instalados en varias casas en un mismo sector y empezaron a reacondicionarse, en manejo de armas y estado físico, con entrenamiento militar”, señaló.

De igual forma, en teoría, los exmilitares colombianos estuvieron en contacto con sus familias durante todo el tiempo, y la única queja generalizada era la mala alimentación, relató la fuente.

Todo indica que el coronel en retiro Giovanni Guerrero Torres (capturado), el sargento en retiro Capador, y un tercero que está por identificar crearon una empresa con la finalidad de brindar seguridad en Haití, y esa es la versión que han dado varias de las familias de los capturados.

Fuentes consultadas por EL TIEMPO aseguraron que son varias las hipótesis que se están tejiendo sobre la presencia de un grupo de exmilitares colombianos en Puerto Príncipe, a quienes las autoridades de ese país señalan del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse.

De acuerdo con las fuentes, los 15 exmilitares capturados y los dos muertos contaban con cursos de lancero, tirador de alta precisión, fuerzas especiales, inteligencia, y demás especialidades, por lo que se les puede considerar “armas letales”. Y de allí surge una pregunta: ¿por qué no abandonaron la ciudad tras el asesinato? PUBLICIDAD

Según las fuentes, fueron tres militares en retiro –del mismo grupo que cayó en Haití– los que hace dos meses empezaron a llamar y ofrecer a otros exuniformados una oportunidad laboral.

Mercenarios en Haití

Son varios los colombianos involucrados en el crimen del presidente de Haití.

“El objetivo era prestar seguridad a varios dignatarios en la isla, por la tensa situación de orden público y político que se registra, en un periodo de prueba de tres meses, con un pago mensual de 2.700 dólares, si pasaban la prueba entrarían con un contrato por cinco años”, le aseguraron a este diario.

Uno de los encargados de ofrecer la opción laboral era Duberney Capador Giraldo, quien fue muerto en Haití por la Policía. De hecho, de acuerdo con la fuente, Capador logró reclutar un primer grupo de 20 hombres, aunque la idea inicial era de 40.

“En teoría, serían 100 militares en retiro, en buen estado físico, esbeltos y con los cursos de Comando en todas las áreas los que se deberían incorporar a la supuesta fuerza de seguridad este año”, resaltó la fuente. 

Y detalló que el grupo viajó en tres tandas, y que se reunieron hace dos semanas en Puerto Príncipe: “Allí fueron instalados en varias casas en un mismo sector y empezaron a reacondicionarse, en manejo de armas y estado físico, con entrenamiento militar”, señaló.

De igual forma, en teoría, los exmilitares colombianos estuvieron en contacto con sus familias durante todo el tiempo, y la única queja generalizada era la mala alimentación, relató la fuente.

Todo indica que el coronel en retiro Giovanni Guerrero Torres (capturado), el sargento en retiro Capador, y un tercero que está por identificar crearon una empresa con la finalidad de brindar seguridad en Haití, y esa es la versión que han dado varias de las familias de los capturados.Las dudas sobre la participación de los militares en retiro en el magnicidio

La hipótesis de que los exmilitares pudieron ser engañados y usados como chivo expiatorio​ nace de varios interrogantes que se han planteado expertos en el tema. El principal: ¿por qué no se fueron de Puerto Príncipe tras asesinar al Presidente?

Esto, porque de acuerdo con las autoridades haitianas, los militares en retiro fueron capturados en sus lugares de residencia, 6 o 7 horas después del asesinato. Además, no prestaron resistencia, y no se enfrentaron –pese al arsenal que tenían–. “Si son mercenarios contratados para matar un presidente, ¿cómo es que no planearon un plan de huida?”, se cuestionan.

Otro interrogante es en qué circunstancias fueron muertos Mauricio Javier Romero Medina y Capador Giraldo, este último, precisamente, quien los reclutó y quien era uno de los enlaces con la figura de Haití que quería mejorar la seguridad de las personalidades del Gobierno.


Para las autoridades colombianas será vital poder entrevistarse con los militares en retiro, quienes deberán enfrentar el proceso en Haití. A la vez, este diario confirmó que ninguno de los capturados tiene antecedentes penales. 

Fuente: El Tiempo