Dieciocho cadáveres han sido recuperados del tramo del río Potomac, en Washington, mientras se lleva a cabo la operación de rescate tras la colisión de un avión de pasajeros con un helicóptero Blackhawk del Ejército cerca del Aeropuerto Nacional Reagan la noche del miércoles, informaron los medios locales.
American Airlines, que operaba el avión de pasajeros, dijo en un comunicado que a bordo viajaban 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación. La aerolínea ha habilitado una línea de atención telefónica para las personas con seres queridos a bordo del avión.
Tres soldados iban a bordo del Blackhawk.
Al parecer, unos 300 miembros del personal de rescate están luchando contra las difíciles condiciones de la operación de rescate, que se calcula que durará varios días.
Las autoridades aún no han facilitado información sobre los supervivientes o la causa del accidente.
El accidente está sirviendo como una prueba importante para dos de los nuevos líderes de la agencia de la administración Trump. Pete Hegseth, que juró su cargo hace unos días como secretario de Defensa, publicó en las redes sociales que el Ejército y el Departamento de Defensa habían “iniciado inmediatamente” una investigación.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, que acaba de jurar su cargo a principios de esta semana, dijo en una sombría conferencia de prensa en el aeropuerto a primera hora del jueves que su agencia proporcionaría todos los recursos posibles a la investigación.