(CNN) — El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, reconoció que algunos de sus comentarios en el lugar de trabajo «pudieron haber sido insensibles o demasiado personales» y dijo que estaba «realmente arrepentido» con «aquellos que pudieron haber» malinterpretado los comentarios como un coqueteo no deseado».
Esto en medio de una creciente reacción violenta luego de dos acusaciones en su contra de acoso sexual, en menos de una semana.
Pero Cuomo, un demócrata que ha sido elegido en el cargo tres veces, también sostuvo que nunca tocó o hizo proposiciones a nadie de manera inapropiada. Cuomo negó la acusación de una exasistente que dijo que él la había besado en los labios después de una sesión informativa personal.
La declaración del gobernador coronó un torbellino de 24 horas que comenzó con una nueva acusación de acoso sexual, el sábado, y crecientes llamados de prominentes demócratas de Nueva York para una investigación independiente sobre las acusaciones.
Sus esfuerzos por guiar ese proceso también se deshicieron después de que la fiscal general del estado, Letitia James, rechazara la propuesta de Cuomo de que ella y el juez principal de Nueva York seleccionaran conjuntamente un abogado independiente para realizar «una revisión exhaustiva e independiente» de los reclamos en su contra.
En cambio, James insistió en que el proceso esté libre de cualquier percepción de interferencia por parte del gobernador o sus aliados. Para hacer eso, dijo, su oficina solicitó una remisión oficial que le proporcionaría a la investigación —que será manejada por un bufete de abogados externo— un poder de citación.